Puede parecer que en ocasiones los holandeses parecen groseros porque son muy honestos. El sufragio es tan intrínseco a la sociedad que tiene una palabra para describirlo: bespreekbaarheid (vendría a significar hablabilidad). El deporte, por supuesto, no es una excepción. Un ejemplo de no tener pelos en la lengua es el seleccionador del País Vasco, Andries Jonker, quien, como buen discípulo del ex entrenador Louis Van Gaal, trabajó con él en el Barça, la selección holandesa y el Bayern, entre otros, de manera que se dirige como crítico. “Completamente, Andries es así. Es que es de Ámsterdam…”, explicó Esme Brugts, jugadora del Barça y de la selección, en el hotel Barceló de Sevilla, donde el equipo pasará la noche antes de afrontar la semifinal de la Liga de las Naciones. Resolvió Jonker del hotel Barceló de Sevilla. “En el oeste de nuestro pequeño país, especialmente en Ámsterdam y también en Rotterdam, es nuestra forma de comunicarnos. Creo que en el fútbol puede funcionar, pero con respeto», respondió Jonker.
El técnico, sin embargo, se torció el hueso al entrar en el cambio de sede del partido, por lo que el Cádiz se negó a ceder sobre el césped cuando estaba todo en problemas con la Junta de Andalucía y la federación -ni siquiera la firma del club-, entonces dije que el césped debería haber sido sancionado por el encuentro liguero de su equipo, que debe celebrarse al día siguiente de la invitación a las selecciones. “No es el ambiente que queremos jugar. Preferimos jugar en un buen estadio, aunque el mundo entero esté en nuestra contra”, resolvió un día el seleccionador. “Ha trabajado con hombres durante muchos años y nunca me había hecho algo así. Son los campeones del mundo y si deciden cambiar de sede dos semanas antes del partido. Me sorprendió mucho y es muy malo que esto pase en el fútbol femenino”, añadieron desde Sevilla. Amplia pregunta de Jan Dirk van der Zee, director de fútbol femenino de la KNVB. “Es una decisión amateur”, dijo en su boca. personal, jugadores, aficionados y familiares tendrán que modificar sus reservas de alojamiento o tenderán a recurrir a una mayor distancia para desplazarse hasta el estadio. La tripulación, por ejemplo, cambió el lugar de concentración a Marbella desde Estepona.
No es la primera vez, sin embargo, que Jonkier y Países Inferiores ponen el grito en el cielo, inconsistente con lo obtenido en el anterior Mundial, tras ser eliminados por España en cuartos de final. Por un lado, le preguntaron sobre el número de vuelos y viajes y, por otro, fue detenido por la FIFA por la organización: tras la inspección de una delegación holandesa en el campo base de Tauranga y en el estadio Bay Oval de Nueva Zelanda. , les pedí que cambiaran el césped porque estaban jugando con una pelota y la superficie estaba muy dura. “Cuando pensábamos: ‘No nos enseñaremos así’. Estamos muy decepcionados y encantados y nos gustaría tener una preparación de primer nivel, un torneo de primer nivel. También lo consideramos un equipo de primer nivel, para que no se atasque nada. Si te encuentras con la rodilla o el hombre, es posible que tengas un problema. Además, este cesped no es bueno para los músculos y tendones que están bajo tensión”, protestó Jonker.
Sucede que la acumulación de tabiques es también un foco de problemas para la KNVB, que hace una semana manifestó su incumplimiento, sobre todo después de que una jugadora diferencial como Jill Roord se rompiera los ligamentos. “Tengo futbolistas que me han dicho: ‘Me voy, pero quiero jugar la Liga de Campeones cuando en realidad me quieren preguntar en casa’. Hay una diferencia entre estar en forma y estar fresco”, explicó; “No podemos seguir ampliando el calendario indefinidamente. Si ha llegado al límite, tenemos que decidir algo al respecto y algo haremos en breve”, dijo sin querer desvelar la iniciativa. Desde Sevilla añadió: “Jugar, jugar y jugar. Nunca se detiene. Todas las tripulaciones tienen problemas, así que por la noche hablaremos con el médico sobre qué pensamientos y qué alineación se puede hacer. Es complicado». Van der Zee también se posicionó: “¿Estás buscando la mejor película? Se necesitan los mejores actores. ¿Quieres el mejor concierto? Necesito a los mejores cantantes. ¿Quieres mostrar el mejor fútbol del mundo? Necesitamos los mejores jugadores y eso ahora no es posible».
Pero en La Cartuja habrá un duelo de muchos quilates, con una España que quiere sumarse a los jugadores primero. “Cambiaron de entrenador pero jugaron mucho”, dijo Jonker, que se había concentrado en su equipo: “Realmente creemos que podemos ganarles y podemos sentirnos muy decepcionados, incluso si ganamos al mejor equipo. Es un retorno a los máximos ingresos para el campeón del mundo en su casa, pero queremos pensar que podemos ganar porque hemos mejorado». Es una Holanda que ha recuperado el toque y el fútbol, ligas de cómo jugaba con su antecesor Mark Pearson, que no se había entendido con los jugadores y cuya propuesta se ha alejado muy lejos de las carreras. Poco después se supo que Jonker, tras alardear de juego posicional y ofensivo, criticó en la primera rueda de prensa dónde estaba como seleccionador. “Seamos holandeses, ¿no?”, preguntó con acidez. Sí mucho. De Ámsterdam.
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