Dirigentes izquierdistas de América Latina y España participan en un foro a medida de la Venezuela chavista
El Grupo de Puebla, que reúne a 62 dirigentes populistas, izquierdistas, revolucionarios y progresistas de América Latina y España, ha vuelto cuatro años después a sus orígenes en la ciudad mexicana para celebrar su novena cumbre. Un cónclave en el que ya no esconden a sus dictadores: Delcy Rodríguez, vicepresidenta bolivariana y mano derecha de Nicolás Maduro, arribó a Puebla el viernes para participar en encuentros y debates. También está confirmada desde la organización la presencia del canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Lo que nació como un grupo de WhatsApp, capitaneado por José Luis Rodríguez Zapatero y el ex candidato chileno Marco Enríquez-Ominami, con el beneplácito del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, aglutina hoy a viejos dinosaurios de la política latinoamericana, que buscan consolidar políticas comunes en los gobiernos mayoritarios en las Américas mientras blanquean a las tres dictaduras amigas: Venezuela, Cuba y Nicaragua.
“En unidad avanzamos”, es la consigna elegida en esta nueva cumbre. La presencia de Delcy Rodríguez supone un nuevo guiño a la revolución chavista, precisamente cuando el primer punto de la agenda común es presentar una “política exterior progresista”, incluida la creación de una moneda común. También liderados por Zapatero, mandatarios latinoamericanos se han empeñado en los últimos meses en disculpar a Maduro de la debacle económica y social que sufre Venezuela para centrar sus críticas en las sanciones internacionales. El colombiano Gustavo Petro, el brasileño Lula da Silva o el argentino Alberto Fernández han repetido parte del guión confeccionado en los últimos encuentros del Grupo de Puebla, realizados en la caribeña Santa Marta y en Ciudad de México.
“América Latina se merece que haya un cambio radical en el manejo y administración de sus políticas públicas”, adelantó otro de los líderes del Grupo, el ex presidente colombiano Ernesto Samper. El ex mandatario aprovechó su intervención para hacer proselitismo político de la candidata oficialista de México, la ex alcaldesa Claudia Sheinbaum: “Su llegada va a ser una revolución para América Latina. No llega sólo con los ojos de mujer, llega para introducir una transversalización del género en todas las políticas públicas”.
Sheinbaum, que parte como favorita en el duelo presidencial frente a la opositora Xóchitl Gálvez, también encabezará un acto electoral hoy sábado en Puebla.
Junto a Samper participaron en los primeros encuentros el ex presidente Evo Morales, quien comparte la representación boliviana en el Grupo de Puebla con sus dos grandes enemigos de hoy (el presidente Luis Arce y el canciller David Choquehuanca) en la guerra fratricida que divide al Movimiento Al Socialismo (MAS), y el ecuatoriano Rafael Correa, que se juega su futuro próximo en las elecciones presidenciales del 15 de octubre. La apuesta de la Revolución Ciudadana es que el triunfo de su candidata, Luisa González, precipite una Asamblea Constituyente que permita el regreso de Correa, prófugo de la justicia ecuatoriana tras ser condenado a siete años de cárcel por corrupción. Tanto Correa como Evo sueñan con volver a ocupar la presidencia de sus países.
Entre los primeros participantes también destacó el ex juez español Baltasar Garzón, quien acudió a Puebla acompañado de la exministra de Justicia Dolores Delgado. El despacho de Garzón ha defendido al magnate colombiano Alex Saab, testaferro de Maduro hoy encarcelado en Estados Unidos, y también ha participado en tribunales españoles en la demanda realizada por Nicolasito Maduro, hijo del dictador chavista, contra la defensora de derechos humanos Tamara Suju.
La pareja Garzón-Delgado también ha visitado Caracas durante el verano, incluso visitaron el Hotel Humboldt en la cima del Ávila, convertido hoy en el lugar más emblemático de la burbuja millonaria para enchufados creada por la revolución bolivariana.
En la lista de participantes, según la propia organización, también se encuentra Irene Montero, ministra en funciones del Gobierno de Pedro Sánchez.