La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, presentó este domingo en la isla mediterránea de Lampedusa un plan de emergencia para ayudar a Italia a manejar la llegada récord de migrantes a su territorio.
Tras haber visitado con la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni, el centro de recepción para migrantes de la pequeña isla, saturado por el desembarco de miles de personas en los últimos días, Von der Leyen detalló un plan de ayuda de diez puntos.
Uno de los más importantes, incluye como medida acelerar las deportaciones de migrantes que no tengan derecho a asilo.
El tercero de los diez puntos del plan de acción prevé «incrementar las devoluciones asumiendo un enfoque nuevo y coordinado entre los principales países de origen de las nuevas llegadas, es decir, Guinea, Costa de Marfil, Senegal y Burkina Faso para mejorar la cooperación y facilitar la readmisión».
El programa apunta a administrar la grave crisis actual, repartir mejor a los solicitantes de asilo entre los países europeos y prevenir la repetición de este tipo de episodios.
La más austral tierra italiana, frente a las costas de África, presenció en los últimos días una “invasión” de más de 11 mil inmigrantes sin papeles llegados en barquitos precarios desde Túnez y Libia por la ruta del Mediterráneo, la más mortífera del mundo para los desesperados que buscan huir de la miseria y las persecuciones en sus países.
El imprevisto movimiento desestabilizó a la isla siciliana, que en solo tres días duplicó su población habitual de seis mil habitantes. Esto causó conmoción en los países europeos, que vuelven a lanzar promesas de solidaridad con los apuros italianos y los inmigrantes.
Un plan de 10 puntos
El plan de diez puntos presentado este domingo toma como punto de referencia a la isla de Lampedusa. Y contempla «apoyar el traslado de personas de Lampedusa a otros países» a través del mecanismo voluntario de solidaridad «con especial atención a los menores no acompañados y a las mujeres«.
Igualmente recoge un «incremento de la vigilancia marítima y aérea» mediante Frontex y apunta a «ampliar las misiones navales en el Mediterráneo».
Asimismo prevé impedir el uso de embarcaciones peligrosas para la travesía y la destrucción de las que se hayan utilizado para cruzar el Mediterráneo.
La estrategia resalta también la importancia de «evitar las salidas» de los países de origen fomentando el acercamiento a sus gobiernos y combatiendo las mafias de tráfico de seres humanos en dichos países, haciendo foco en Túnez por su cercanía a la isla italiana.
Así, el plan plantea «campañas de concienciación y comunicación para desincentivar el cruce del Mediterráneo» y en paralelo plantear «alternativas como la entrada por motivos humanitarios y las vías legales».
Desde la organización Save the Children han destacado que la visita de Von der Leyen y Meloni a Lampedusa es «una señal importante» pero destacaron la necesidad de «preservar sus derechos humanos».
«Son las personas más vulnerables, en particular los menores que llegan sin compañía, niños muy pequeños, personas que han sobrevivido a la violencia de género, a las torturas y a los tratos inhumanos y degradantes». «Ahora pagan el precio de años de falta de políticas coordinadas de los Estados miembros de la Unión Europea», se lamentaron desde la ONG.
«El futuro de Europa en juego»
Von der Leyen presentó el plan en Lampedusa acompañada por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien defendió que «el futuro de Europa está en juego«. Por ello defendió la necesidad de «retomar la segunda y tercera fases» de la misión naval «Operación Sophia».
Además, Meloni recordó que el Consejo de Ministros previsto para este lunes tratará la norma «para prorrogar la detención con vistas a la repatriación de quienes lleguen irregularmente a Italia hasta el máximo permitido bajo la normativa europea». «El Ministerio de Defensa adoptará de inmediato las medidas para crear las estructuras que sean necesarias», explicó.
En tanto, Von der Leyen destacó la importancia de su visita a Lampedusa. «La inmigración ilegal es un problema europeo que requiere una respuesta europea», argumentó. «Seremos nosotros quienes decidamos quién llega a Europa y no los traficantes», remarcó.
«Los traficantes son gente sin escrúpulos que ganan miles de millones poniendo a gente en embarcaciones con mentiras: los ponen en peligro solo para ganar dinero», afirmó.
Con información de agencias